Reblandezca la suciedad con abundante agua y retírela lo mejor posible.
Limpie el vehículo con una esponja de lavar suave o un guante de lavar. Hágalo
de arriba a abajo, comenzando por el techo.
Para una suciedad más persistente se deben utilizar ciertos medios para eso.
Enjuague a fondo la esponja o el guante de lavar a intervalos breves.