Lleve a cabo las siguientes acciones para proteger el vehículo y
mantenerlo en perfectas condiciones:
Aplique agua a la carrocería, los pasos de rueda y la parte inferior del
vehículo de arriba a abajo para eliminar cualquier resto de suciedad y
polvo.
Lave la carrocería con una esponja o paño suave, como una gamuza.
Para las marcas difíciles de quitar, utilice un jabón especial para la
limpieza de vehículos y aclare con abundante agua.
Elimine los restos de agua.
Aplique cera al vehículo cuando el revestimiento resistente al agua
empiece a deteriorarse.
Utilice únicamente pernos de rueda y llaves Toyota, diseñados para
utilizarse en sus ruedas de aluminio.
Tras rotar, reparar o cambiar los neumáticos, compruebe que los pernos
de las ruedas siguen bien apretados después de haber conducido
1.600 km (1.000 millas).
Tenga cuidado de no dañar las ruedas de aluminio al utilizar cadenas.
Para el equilibrado de las ruedas, utilice únicamente pesos
equilibradores
originales de Toyota o equivalentes y un martillo de plástico o de goma.