El conductor es responsable de sí mismo y de los demás ocupantes del
vehículo,
especialmente de los niños transportados. Si su seguridad de marcha se ve
perjudicada, se pondrá en peligro usted mismo y también a otras personas que
participen en el tráfico.
Se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones.
No deje que le distraigan de su atención las incidencias del
tráfico (p. ej., por
otros ocupantes del vehículo o llamadas telefónicas, etc.).
No se debe conducir si no se encuentra en condiciónes (p. ej., a
causa de medicamentos,
alcohol o estupefacientes).
Respete las normas de tráfico y la velocidad de marcha permitida.
Adapte en todo momento la velocidad de marcha al estado de la
carretera,
así como a las condiciones del tráfico y climatológicas.
En los recorridos largos, realice descansos periódicamente (como
muy tarde,
cada dos horas).