El conductor es responsable de sí mismo y de los demás ocupantes del
vehículo,
especialmente de los niños transportados. Si su seguridad de marcha se ve
perjudicada, se pondrá en peligro usted mismo y también a otras personas que
participen en el tráfico.
Para conducir el vehículo con una capa de nieve gruesa, use neumáticos para nieve
o monte las cadenas antideslizantes en los neumáticos. Si se necesitan los neumáticos
para nieve, éstos tienen que tener el tamaño adecuado y ser del mismo tipo que los
neumáticos originales. Si no es así, ello podría perjudicar la seguridad y el manejo
del vehículo. Además, la velocidad, la aceleración rápida, los frenazos bruscos
y los giros repentinos son prácticas que potencian la peligrosidad.